Hacienda San Pedro de la Loza de los Padres


El actual municipio de León, Gto. fue durante los primeros siglos de la Colonia, territorio propicio para el establecimiento de numerosas haciendas y ranchos; de entre las cuales merece la pena destacar la de San Pedro de la Loza de los Padres, cuyos inicios los podemos establecer hacia los años de 1546 y 1564, época en la que se le otorgan a Juan de Jasso dos mercedes de tierra de una estancia conocida como "La Loza".

 Dicha estancia fue aumentando de tamaño gracias a la concesión de encomiendas aledañas a La Loza; como fue característico de esa época, la propiedad fue pasando de mano en mano hasta que en 1731, encontramos al bachiller Don Nicolás de Aguilar y Ventosillo, clérigo del obispado de Michoacán en la villa de León, como único dueño de la ya conocida, Hacienda de San Pedro de la Loza la cual, ese mismo año fue donada a la Compañía de Jesús para la edificación de un colegio en ese lugar.

 Cuando se llega el momento de la expulsión de los jesuitas de todo el Virreinato de la Nueva España en 1767, los religiosos son despojados de la hacienda la cual, debido a su presencia, se le llegó a conocer como "Hacienda de San Pedro de la Loza de Los Padres"; nombre que aún conserva.

 Para 1862 la hacienda se componía de varios ranchos tales como el de "Granjeno", "Tanques", "Sauceda", "El Cuervo" y pertenecía al Lic. Manuel Doblado. El último dato fehaciente que se posee respecto a los propietarios de la finca, es el de que para 1891 la hacienda era de Doña Dolores Gaytán, viuda del Lic. Doblado.




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