La ex hacienda de Cañada de Negros data del
Siglo XVII,
cuando fue construida por el encomendero Pedro Lorenzo de Castilla.
Su peculiar nombre alude a la gran cantidad de mulatos, descendientes
de
esclavos negros escapados de las minas, que se empleaban en el lugar
como
vaqueros, aunque muchos de la misma raza eran temidos por sus
tropelías como
bandidos.
Durante la década de los 20 del siglo pasado, la comunidad
alrededor de la
hacienda fue paso de las tropas cristeras. José Guadalupe
Martínez acudió ahí a
reclutar gente para engrosar las filas del célebre Victoriano
Ramírez, “El
Catorce”, según recuerda el también líder cristero
Víctor López Díaz en sus
memorias.
La ex hacienda de Cañada de Negros, en Purísima del
Rincón, fue rescatada del
olvido y la ruina hace más de una década por el
empresario constructor leonés
Juan Navarro Orozco.
La antigua Hacienda, convertida en hotel y centro de convenciones,
abarca más
de 157 hectáreas en un atractivo en el límite del
Bajío con los Altos de
Jalisco a unos minutos de la zona urbana de Purísima del
Rincón, y a unos 30
kilómetros de León. Dentro de su perímetro se
encuentra una antigua presa de
limpias aguas.
La casa principal de la ex hacienda ha sido cuidadosamente restaurada,
respetando la arquitectura original, con jardines llenos de
césped y muros
decorados con tonalidades mexicanas. El templo de la hacienda es
también una
pequeña joya arquitectónica, cuyos mayores atractivos son
las dos grandes
pinturas religiosas ubicadas en la sacristía y la nave principal
y que datan
del finales del siglo XVIII.
La hacienda fue reconocida en 1999 como el Inmueble Mejor Conservado
dentro del
Premio de Limpieza y Conservación de Imagen Urbana del Estado
(certamen
organizado para reconocer los trabajos de preservación del
patrimonio
arquitectónico guanajuatense).